los abismos no dan tregua,
no se esconden tras la sombra:
son la sombra,
y sus espasmos.
la tregua es entonces la nuestra
la espada doblada, firmes los cypreses
duelce el entierro, la bandera blanca
hondeando estrellas de cabotaje.
tan profundo es el fuego
que la profundidad quema.