Necesito volver al verde río de los colores
volver a sentir la escarcha dulce en los pies fríos
que no descansan, que no huyen
volviendo sin seguir la sombra de ningún sendero
ni la línea de espuma dormida de tiempos congelados
al rojo fuego de la sangre hervida
que erupciona, que no calla, que denuncia.
Necesito volver a mirar la jaula amarillenta y lejana
ya no desde este turbio rincón con sus grises barrotes
su infierno diminuto e impune
volando hacia el azul de la tarde
pincelado intenso, dolor profundo
pero fértil remedio para estar vivo
volver a las esquinas violetas del vino y las verdades oscurantistas.
volver a tener color en los ojos, color en la sangre
colores en las manos y en ambas sienes
percibir el arcoiris del viento que llega de frente
resistir con los jardines colgantes de tu cuerpo
y el colorido perfume de tu sabia desnudez
y la sinceridad de unos ojos que lloran verdades
en todos los colores posibles.