raramente en vos se pone el sol alguna vez
pero aún cuando eso sucede
regala el ocaso a tu vientre todos sus colores
centellean en tu pelo las primeras estrellas
y tu espalda, ya de noche
es la más dulce fruta negra.

1 comentario:

Lucien. dijo...

mientras tanto pasan las horas
sueño que despierto a su vera
me pregunto si estará sola
y ardo dentro de una hoguera...