A nada sabe ya este entierro:
su dejo amargo
se anuda ahora en mis entrañas
mientras la garganta se reseca de preguntas
y se llora una voz nublada.

A nada sabe ya esta espera
nada sabe
a quién.
sube mi azul
y se vierte la pendiente
al jardín negro.

arriba se crispan los ojos
y ciegas se derraman las tintas
al trompo que las asfalta.

sube mi azul
y al caer caen mis sueños
al vacío de sentido
a la muerte lenta.

Recreo en vos.

Tu vientre:


mareas de la brisa
tierra de cultivo
donde planea el sol

Valle de la luna
tierra de culto
oráculo de un pasado divino

Incubadora de mairposas
pecera de utopías
recelo de las sombras
catársis de mis fantasías

Lu-ciénaga de mar;

mi dibujo soñado
mi casita en el árbol de los sueños.
¿Como se sube la pendiente de las innecesidades?
¿Cómo sucumbir ante tanto mundo...
tanto mundo con sabor a tan poco
redondo y cuadrado
que se necesita tanto a sí mismo
que uno se necesita tan poco, sólo por necesitarse
tanto como para soñar otro tanto
soñándose en otro lado?

¿Cómo ahogarse tan arriba, allá en la estratósfera...
allá entre las nubes de tanto oxígeno y nitrógeno
pues no soy un humanógeno pero me sobra el frac
y el pantalón corto de vestir de mi humanólogo
si soy apenas un humano con ojos
y las nubes también lloran - incluso -
desde el cielo?

¿Cómo enloquecer aprendiendo del vuelo de las aves...
que hacen arte con el pico de las montañas
decorando el helado que Dios se servirá de postre
quizás tan dulce como mi angustia
que corre tan rápido como mi sangre en éstas palabras
- mi sangre no correspondida -
vino de las aves - sólo de las aves -
y de nadie más?

¿Cómo hace para espiar al sentido apenas...
mirando hacia abajo, viendo el inmutable vacío
abajo y abajo, sin helicópteros, sin ventiladores
espeso
crujiente, que como el suelo me verá caer
mientras me espera, sediento como espera las lluvias
sabiendo que esta vez voy a caer
y seré el rocío del alba
después de esta noche?