muerta de frío en lo que sufro
de todos modos te abrazo
¿teñiste así mi sueño de calor?

por vos, siempre
hubo neblinas que no se se puedieron despejar
y es que así era tu sonrisa al despertar
una amenaza de silencio
imposible de amar

aunque en el bosque más alto
sigue verde tu sonrisa y en el horizonte
que era nuestro
aún crío un pájaro mensajero

y crecerá
¿todavía sos mujer entre mis manos?
¡tan muerta de frío, temblando, seca
por lo que sufro!
Si corría las cortinas de la noche ahí estabas
para hacerme ver
fumando, y tus ojos, brillaban

y ahí estabas
detrás de todo lo que me sobra
para que yo pudiera contraerme hasta tus huesos

recostada, en la cama, me esperabas
detrás de la cortina de tormenta
con tus besos impermeables
para todo lo que no fueran mis besos

y ahí estás, aún
aunque más no sea tu sombra
para dejarme planear sobre la imagen
del recuerdo de tu alma

¿puedo empezar a extrañarte, ahora
que se ha fugado aquel refugio del deseo
a prueba de espejos?