Campo, campo, campo;
hectáreas y hectáreas de trigo y verde
se extienden en la llanura
limitan con el horizonte allá
la inmensidad de la calma bajo el pleno sol.

el paisaje más terrible del sueño
¿como puede el lobo
esconderse allí?

Ceniza, ceniza, ceniza;
mi lengua mi idioma mi cuerpo
cenizas
de ese campo, campo, campo
arrasado por el olvido.

muerdo campos de cenizas que me muerden
muerdo mi alma rabiosa y muda.

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