la música, esa píldora exótica
no quisieras tomarla
es el caldo alucinado a los pies de un cuadro lúgubre
de paisajes notámbulos de sombras azules
como una tarde triste que abraza fuerte
y no deja de apretar
como los últimos ecos del silencio.
pero es tu música el mayor de los ocasos
acaso esa melodía que proyectan tus ojos oscuros y abnegados
que le cantan al invierno como todas las faunas
en esa partitura de la muerte que tan profundamente entiendo.
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