se abrió la persiana
y asomó un primero de enero
nuevo como un pájaro

adentro llovía de a mechones tu pelo espeso
toda la habitación era gran cama
repleta de cerrojos negros

de violetas en camino del otoño
el parque recorre conmigo otros misterios
y mujeres que con sus manos
cubren mis ojos
y te celan más que el viento