Artaud el ataud silvestre.

¿Adónde es que vamos si no es
a la búsqueda de los peldaños táctiles
de la invisible escalera
que nos rescata del pozo del vacío?

Manos negras que suicidan
los ojos y las venas.
Manos muertas que se mueren para vivir.

¿Cuantas veces es preciso creerse perido en él?, pues
¿Que más queremos hacer que las cosas que no existen?
¡Me niego a dormir en ascensores!

Se trata de que el amor se muere si no lo tratamos primero
con manos de pasto.