Oh! la tarde se desnudó!
- augurio de tormenta -
y me enseñó su tercer ojo, bello durmiente
de bufonezca reunión de consejeros
de encierro total.
Doblan que se doblan las persianas
en el botón de los botones del pezón
del encierro total
de la chispa apunada de lo lento
perdida de su aguja de abismos
que no bebe su brebaje fatal.
Ay, apacible siesta de nariz lánguida
migraña de piernas
corazón nulo.
Y pensar que esta noche vestirás a tu ojo
que se despierta.