la resentida brisa
se comió al invierno
- vino desde muy lejos,
desde allí donde la ciudad tiene veredas verdes
para las almas azules -
trajo esa sentencia de bronce
y la amnesia danza y sus polleras se vuelan
y das el paso - veredas verdes -
me soplas la nuca del tiempo.

Me sostengo del invierno que es quizás
- pero veredas verdes para las almas azules -
lo único que nos queda.