moví cielo y tierra
para que la tierra
se moviera al fin
se inundara de una furia cálida y húmeda/

como el reflejo de tus ojos/

que me dicen que esto no es un poema no
es un lamento tampoco
es otra lluvia de mis manos/

el milagro no es suceder/
sino cómo suceden suceden los milagros/

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