detrás del cabello rubio de una niña alemana
están moliendo a golpes al mundo
abro la puerta de esa dulzura clausurada y por eso
escribo que estoy muriéndome en la barba
de un fundamentalista musulmán

y ni esa niña ni mucho menos sus padres permanecen
un segundo perturbados
mientras la niña cablaga su pony de plástico
terminado de coser en negrolandia XXI
(en sus suburbios)

y no cierro el grifo de mi sangre ni de mi lengua
cuando entro al ruido de la pantalla de televisión
creeme que
en ese mismo instante en que la nena crecidita ya
(sus tetas creciditas ya) recita mi angustia por TV
cuatrocientos niños vomitan de pobreza a su madre

por eso hoy me levanté también
entre extrañado y que te extraño
suspiré de amor sin saber para qué
o para quién y me mordí un dedo e imaginé
una faca en manos de un delincuente
jugueteando en ese pellejo.

1 comentario:

conedulcorante dijo...

cuántas imágenes increíbles.

a mi me parece q sos un genio, eh.