no hay dudas de eso
Elvis cambió la forma de cojer y nuestras abuelas
aún no se acostumbraron
Dylan hizo que todos los muchachones sensibleros
de acordes y versos optáramos
necesariamente por plagiarlo una y otra vez
¿quién sería tan bastardo de negarlo?

El Che nos puso de un tiro los gritos
del pueblo vitnamita en la sien
y aún sostenemos el certero impulso
¿quién podría no condolecerse con el pobre mundo
sin dejarse fruncir la sonrisa?

y a vos
mi revolución que espera
mi acorde de armónica sostenido
mi manera torpe de pavonear
es imposible oponerse
¿quién podría decirte que no naciste
para que estuviéramos juntos alguna vez?

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