Crecieron los tentáculos del abismo
a coágulos monstruosos de la tarde
aprisionándome en un llanto seco
detrás de una inmensa pared.

la pared del dolor
infinita, sus escombros
espirales.

1 comentario:

N. dijo...

Me gusta bastante tu blog che, gracias por firmar además.

Y sí, no se si la soledad, más bien la soledad masiva que provoca el acto de matarte cualquier nacimiento apenas nacés.