Nosotros los que vuelan.

Cebadas mariposas,
los vampiros del día.
Sus colmillos colmando las colmenas
como alas desheredadas
e incestuosas medianeras.

Acalorados veranos,
los inviernos más crudos,
las migraciones constantes.

Caminar a pie descalzo
sobre los rieles de brazas
la llama que endurece
a cada paso
a cada mirada.

La paz, aquella llegada
aquella utopía
aquella ironía.

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