Un pez es extraído del mar
y por su nimiedad animal
es exhibido en una pecera
como juguete baboso de los niños
el pez en la pecera mira, sólo mira
muy quieto hacia fuera de la pecera
a los niños correr
quisiera saltar morderlos ahogarse allí afuera
apenarlos arrancarles lágrimas
ahuyentarlos
asquearlos
y que corran con sus piernas a llorarle de horror a su padre.
y morirse respirando el aire y aleteando
desesperado
el pez quiere ser una estrella fugaz allí afuera
deshaciendose ante la mirada de los niños
su nimiedad animal
su deseo de exhibirse muerto a la vida
su revancha alevosa y más nimia
que sí mismo.
un pez de pecera, muy inteligente, eso soy
muerdo el anzuelo para salir de la pecera
para ser pescado
para que me coman crudo los Japoneses
y morirme en su estómago en el próximo terremoto
y enterrarme seco en las grietas de la tierra.
1 comentario:
Rengoloco. Me encantó. El anhelo de venganza inocente y trágica de tu pececito de pecera. Y ante todo, todas esos posibles finales en un estómago japonés, batiéndose al ritmo del terrremoto. JAAAaaa
Publicar un comentario